Las plantas acuáticas son aquellas adaptadas a ambientes muy húmedos o totalmente acuáticos tales como lagos, estanques, pantanos, orillas de los ríos o lagunas. Su adaptación al medio acuático es variable.
Distinguimos 4 tipos de plantas acuáticas:
Son aquellas plantas que están completamente debajo de la superficie del agua. Muchas especies de plantas sumergidas están firmemente enraizadas en el fondo o en macetas especialmente acondicionadas. Las más conocidas son los nenúfares o lotos.
Flotan en la superficie y sus raíces están sueltas dentro del agua en lugar de arraigadas en macetas o en el fondo. Se “plantan” simplemente echándolas en el agua. La gran mayoría de éstas especies se multiplican con gran rapidez siendo necesario su control periódico.
Estas plantas no tienen una función decorativa en los estanques. Sirven para mantener el agua clara y bien oxigenada. Sus hojas absorven los minerales y el dióxido de carbono y ésto dificulta la proliferación de lagas. Permanecen completamente sumergidas. Lo mejor es una mezcla de varias especies. Crecen muy rápidamente por lo que hay que controlar su desarrollo.
Se sitúan en el borde del estanque, quedando de 5 a 10 cm. de agua sobre el nivel del cuello. Sus raíces quedan, por lo tanto, sumergidas. La mayoría de estas especies pueden vivir sin agua permanente en sus raíces, pero necesitan bastante riego. Le dan un carácter natural al estanque al hacer una transición entre éste y el jardín.